https://youtu.be/maM5QI3REw8

viernes, 3 de junio de 2016

La nueva jentuza...

 "Mientras el hombre no deje de considerar al hombre como su enemigo, a derrotar; y la la mujer como su esclava,para dominar, el hombre no sera perfecto"(A.Pedrosa)..

Voy a confesaros una cosa: no quiero que mis gobernantes me sonrían. No, no es que ya me dé igual que lo hagan, es que prefiero que no lo hagan.Desde que recuerdo me están sonriendo, es casi la única parte de su función que todos hacen bien; y de tanto verla, esa sonrisa ha acabado por parecerme siniestra.

No quiero que quien me gobierna me sonría, ni que me ame, ni que se desviva por mi felicidad. Como no quiero que mi dentista me sonría, me ame o se desviva por mi felicidad.

Quiero que sea razonablemente eficaz, razonablemente honrado; y no demasiado caro.

Un político puede decirme que va a gobernar bien; y mentirme. Pero es al menos posible que diga la verdad. Pero si un político me habla de amor de sonrisas; y del sexo de los angeles, sé que tengo que prepararme para lo peor.

(A.N.B.), De los politicos nos guarde  Dios.

Hay que ver cómo han cambiado las cosas. Hace unos años cuando alguien se refería a otra persona, diciendo que era gentuza casi todo el mundo pensaba en un delincuente.

Posteriormente, cuando se popularizaron los llamados, programas del corazón; y comenzaron a pasearse por los platós de las televisiones algunos personajes, que vendían sus intimidades, entrevistados por periodistas; que por su comportamiento no se diferenciaban mucho de los tipos; y tipas con los que hablaban, el término gentuza se les empezó a aplicar a ellos.

Y ahora, que algunos políticos les han tomado el relevo; ha llegado el momento de definir con precisión a estos especímenes. En todas las sociedades existe la gente, la gentecilla; y la gentuza; y vive Dios que son bien distintos unos de otros.
Esta clasificación ética; y estética de las personas es mucho más precisa de lo que a primera vista podría parecer porque ser gente es sinónimo de dignidad; y a veces de excelencia; y significa la pertenencia a un colectivo que aporta algo de valor a la sociedad. El término gentecilla, en cambio se aplica a los "sin sustancia" que generalmente son aquellas personas con vocación parásita; que pululan por el mundo sin ninguna intención de aportar nada al bien común. Por lo general son inócuos: su estado de ánimo no les conduce a hacer nada, ya sea bueno o malo; y en el pecado llevan la penitencia, porque la oportunidad de vivir a costa de los demás se les agota más pronto que tarde.

Cuando llega ese momento, en el que ya no pueden vivir del cuento, algunos se especializan; y dan el paso definitivo para convertirse en gentuza.

Este tipo de especímenes, adquiere esa condición a pulso o a puro huevo porque, aunque en algunos casos lo son de nacimiento o por vocación, hay quienes se entrenan para lograr escalar puestos en el escalafón; y para ello pasan a militar en alguna organización da hoc...El único inconveniente que tiene ser gentuza, es que algunas veces tienen que trabajar en favor de alguna causa violenta; o coercitiva, haciendo escarches, tirando piedras, quemando contenedores o llamando fascista, a quien se oponga a sus pretensiones, aunque sea la policial; y a la la ley les exige, que proteja a los agredidos.

Aunque siempre ha habido en nuestra sociedad, esos tres tipos de ciudadanos, los que hacen más ruido son los terceros, porque tienen más tiempo; y menos límites morales para comportarse como desalmados. Vivimos unos tiempos en los que si se es gentuza se encuentra un hueco más fácil en la política nacional.

(A.N.B.). De las gentuzas nos guarde Dios...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pedrosa