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No sé si a los españoles nos ha mirado un tuerto, si nos hemos cruzado con un gato negro;
o si ha parido la abuela, pero hay quien, piensa que tenemos sobrados argumentos;
para decir que vamos de culo, aunque yo soy optimista;
y tiendo a pensar que como no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista,
es posible que estemos más cerca de la solución, a nuestros problemas que del desastre final,
porque está acreditado que en los momentos más críticos de una sociedad, hasta los necios descansan,
los malos se aburren, los inútiles entran en pánico;
y las cosas se solucionan, sin que nadie pueda atribuirse ese mérito.
No creo que en la antigüedad, (y no me retrotraigo a la caída del imperio romano),
las cosas fueran mejores, porque los que no somos hijos de la teoría de Adan,
que puso de moda Z-paro, según la cual nada existió en este país hasta que él llego;
y lo puso de moda o lo reivindicó, tenemos memoria;
y hemos vivido mejores o peores momentos de los que siempre salimos con bien.
Hoy están de moda los bocachanclas,(Rufian; y cia),
que unas veces se ponen bufandas o lazos amarillos;
y otras se visten de Torquemadas honorables, para mandar a la hoguera
a gentes que se han enmerdado en las mismas e indecentes irregularidades que ellos.
Nunca hubo tanto tipo sin sustancia, con una tribuna o un plató de televisión,
a su servicio profetizando un apocalipsis;
y la razón que lo explica no es que exista una nueva generación,
de voceros del mal, sino que el terreno en el que hoy se debate sobre nuestro futuro,
como país está embarrado; y salpica hasta al árbitro,pero no quiero desdecirme
de mi inicial análisis optimista.
Esto sí tiene remedio; y la expresión "ir de culo" permite interpretaciones más imaginativas;
y enraizadas en el inconsciente colectivo de un pueblo como el nuestro.
Un buen culo siempre ha sido inspirador para los hombres;
y la mujeres que son capaces de volver el rostro; y con él sus ansias por la belleza en movimiento.
(Antonio Pedrosa).
