https://youtu.be/maM5QI3REw8

martes, 29 de agosto de 2023

Capítulo VI. Libro II...

"Mi libro"
Capítulo VI...
       

           (Libro II.
       (Capítulo VI.)
¿Qué le  pasaba a España?.
¿Qué había hecho posible que nuestro país se hubiera convertido en una pocilga?.
¿Quién o quienes eran los culpables, de que los terroristas fueran mejor tratados que las víctimas; y que  gobernara, una caterva de indeseables coaligados, donde figuraba la escoria ética de la nación, desde amigos del terrorismo, a comunistas, golpistas catalanes; y mercenarios vascos, todos unidos por el odio a España?.
¿Qué habían hecho posible que las leyes beneficiasen, a los peores, desde los okupas, ladrones de viviendas; y maleantes, a los que llegaban a España ilegalmente, violando las fronteras?.
¿Por qué razón circulaban libres, por las calles, delincuentes contumaces, detenidos por la policía decenas de veces?.
¿Qué  habían ocurrido para permitir que los políticos dejaran de ser servidores públicos, para transformarse en seres egoístas, pendencieros, corruptos; y rufianes, que aprovechaban su poder para enriquecerse?.

Muchos de los  dirigentes habían dejado de ser ejemplares; y  convirtieron en indeseables; y muchos periodistas habían sido comprados; y ya no informaban ni respetaban la verdad, muchos jueces estában más al servicio de partidos políticos que de la Justicia; y muchos funcionarios maltrataban al ciudadano; y el gran mensaje que la sociedad percibía era que era mas rentable arrimarse al poder, para participar del botín de la corrupción que estudiar una carrera; y trabajar honradamente.
Fueron Zapatero; y Sánchez, los dos principales artífices del desastre de España.

El origen del  hundimiento moral; y emocional de España era viejo; y sus raíces quizás estuvieran, en 1975, pero el proceso de degradación se aceleró con Zapatero de presidente, continuo con Rajoy; y  alcanzo niveles de vergüenza; y asco con Pedro Sánchez.( el escorpión).
En pocos años, España  paso de ser uno de los países de mayor crecimiento de la U.E, a sufrir una profunda depresión nacional, con más de cinco millones de parados, con la democracia asesinada, las clases medias en extinción, las empresas en retroceso, agobiadas por los impuestos; y las trabas burocráticas; y una reducción de la riqueza que amenazaba con descender al Tercer Mundo.
Si la caída hubiera sido sólo económica, habría lugar para la esperanza provocando una reacción; y un cambio de ciclo, pero era también moral, emocional, religiosa, política; y social con los valores en bancarrota; y con las viejas costumbres en crisis. 
De algún modo, España era víctima de una tormenta perfecta, acosada por la peor clase política de Occidente; y la ciudadanía más cobarde; y permisiva de toda Europa, incapaz de defender sus conquistas, libertades; y derechos, seriamente amenazados.
El país estába siendo sistemáticamente debilitado desde el poder; y la sociedad estába siendo castrada; y desmoralizada por los que gobernaban.
Era todo un atentado criminal contra la nación.
Una década ya estába perdida; y aunque se reaccionára, se perderían otras curando las profundas heridas.
Durante la última legislatura, el país había transitado de la euforia a una intensa crisis económica; y social, cuya principal consecuencia fue la desmoralización de los ciudadanos; y un fatalismo ante la decadencia que parecía un suicidio colectivo.
La gente, no estaba preparada para contemplar como los peores alcanzaban el poder; y desde los palacios; y ministerios gobernaban la nación sin tino ni decencia, generando destrucción, división, enfrentamiento, mentiras, engaños; y un escándalo tras otro.
En todo balance serio, los primeros que debieran ser culpados deberían ser  los que tenían mas responsabilidad; y poder.
En el caso de España, los grandes culpables fueron; y eran los políticos, que  traicionaron el mandato ciudadano de gobernar procurando el bienestar; y la felicidad de los ciudadanos.
Ellos se habían comportado como miserables, se  atiborraron de privilegios; y de poder, negándose a rendir cuentas; y a pagar por sus destrozos; y brutalidades. 

Bastaba contemplar  España, para advertir que la habían destrozado a marchas forzadas.
Los que mandaban habían gestionado mal la economía,  llenaron España de muertos por gestionar mal la pandemia,  permitieron abusos; y arbitrariedades a diestro; y siniestro, como la orgía de los okupas, ladrones de viviendas protegidos por el poder político, la imposición de impuestos injustos, abusivos; y esquilmadores, la humillación de las víctimas del terrorismo; y una mafiosa; y rencorosa distribución de los privilegios; y los recursos, beneficiando, a los amigos del poder; y castigando a los adversarios.
 La vileza, la maldad; y la mentira fueron dueñas del país; y los desalmados se apoderaron poco a poco de las calles.

¿Cómo se había llegado hasta aquí?.
Las explicaciones fueron histéricas, e interesadas.
Unos culpaban a la derecha; y otros a la izquierda, como era propio en un país que había sido dividido; y enfrentado desde un poder político envilecido; y dañino.
Pero la verdad era que la decadencia empezó a partir de la muerte del dictador, cuando en lugar de una democracia los políticos construyeron una dictadura, camuflada de partidos políticos, sin ciudadanos, con un poder desmedido en manos de los políticos, sin controles eficaces, sin los frenos ni cautelas que exigían la democracia.
Desde 1978 el país no había dejado de dar traspiés, pero el descenso a los infiernos se aceleró poderosamente con la presidencia del inepto; y siniestro José Luis Rodríguez Zapatero, continuo con el falso; y cobarde Rajoy, que traicionó a sus votantes incumpliendo sus promesas; y dejando en pie los destrozos de Zapatero; y se aceleraron hasta el cataclismo, con Pedro Sánchez, un demonio que se  encargo de dividir, enfrentar, herir, despilfarrar, marginar, endeudar, arruinar, esquilmar; y humillar, aplastando la decencia, la democracia; y la justicia.
Desde el poder, se excusaban esgrimiendo que el deterioro era mundial, pero, aunque era cierto que existían síntomas de retroceso; y de crisis, productos de una globalización desequilibrante, en ningún país de Europa el desastre había alcanzado las dimensiones de España, país al que muchos analistas internacionales sitúaban al borde de colapso; y a un paso de convertirse en un Estado fallido, quizás en puertas de un conflicto civil serio.
Antonio Pedrosa...

miércoles, 2 de agosto de 2023

Vivir.¿Para qué?..


Antonio Pedrosa
Sé por experiencia propia, que a lo largo de los distintos capítulos de la vida, todos pasamos por difíciles momentos, situaciones en donde la luz; y la esperanza, parecen diluirse, la confianza se deteriora, los episodios de depresión, o ataques de ansiedad, son habituales; y el futuro se parece a una negra; y terrorífica tormenta, que nos espera de forma amenazadora. Ese terrible momento, donde las razones para vivir escasean.
¿Por qué lo digo?. Porque lo he sentido, lo he vivido; y sé muy bien, lo que es; y lo que pueden llegar a doler, determinadas lecciones de vida; y lo difícil que es, creer en esos momentos. 
Y como yo, miles de personas en el mundo, nos hemos llegado a plantear opciones tan drásticas; y equivocadas, como el suicido, pero también sé, que la vida es cambio; y esas fases también cambian; y pasan.
Pero no podemos estar esperando, a que el mundo cambie: somos nosotros, los que tenemos que rescatarnos, a nosotros mismos.
Porque, no somos un banco.
Antonio Pedrosa 

lunes, 17 de julio de 2023

No quieras cambiarme.

("Ni tú  harás que yo cambie, ni yo te quiero cambiar").
.------------------------.
En cualquier relación de pareja, una de las mayores dificultades es armonizar los ritmos; y los hábitos de cada uno.
El rechazo al cambio, es una reacción muy natural de las personas, porque desde muy pequeños, aprendemos, a hacer las cosas; y generamos, patrones de comportamiento.
Entonces, cuando alguien aparece; y hace las cosas, de modo diferente al nuestro, lo primero que nos puede provocar, es cierto rechazo. 
Muchas veces, nos resistimos al cambio, porque nos da una sensación de desigualdad, pero si hay confianza,podemos poner sobre la mesa las dos formas que hay, de hacer las cosas; y quedarnos con la más adaptativa; y que mejor convenga a los dos.
Es normal, que haya cosas que no nos agraden de nuestra pareja, pero cuando hablamos de cambios, el primer punto, a tener en cuenta es que estos deberían ser personales, intrínsecos; y planteados desde dentro hacia fuera.
En otras palabras, uno debe cambiar algo, porque se lo propone; y toma conciencia de que le puede estar afectando, o creando tensión, a su relación.
Aunque si uno sabe que, a la pareja le disgusta, le tensa, o le agobia algo; y ella, o él es la persona más maravillosa; y que uno ama, pues se intenta cambiar para que no genere ese malestar...
Antonio Pedrosa



martes, 27 de junio de 2023

Versos de amor; y de locura..

 Hoy  quiero que sepas, que

si algún día te marchas; y por otro me dejás, 
sólo deseo que al igual que yo, a tí él te quiera; 
y no le digas nunca, que yo te adoro.
 Calla por favor; y nunca le digas, que por ella lloro.
Déjala que siga,creyéndome siempre,
su mejor amigo; y que no se aperciba,
de mi amor humilde, de mi amor mendigo.
Ella quiere a otro, con amor profundo,
ella lo idolatra.
¡Oh, mísero de mi oh infeliz!.
Y si se diese cuenta, de que he sollozado; 
y te preguntase, dile que he soñado:
que he soñado, mucho, que he soñado tanto,
que desperté triste, triste; y apenado;
 y no pude menos que soltar el llanto.
Pero, por favor,
no vayas a decirle, que por ella lloro.
¡Calla corazón!.
Que no se aperciba, de que yo la adoro.
Y si ella quiere al otro, con amor tan profundo,
¡Si ella lo idolatra!. ¡Oh, mísero mundo!
Ahora si tú vieras, que ese otro la engaña,
si acaso notaras,
que es vil artimaña,
todo su cariño, que es falso su amor,
entonces, descúbreme, entonces confiesa
con odio, con rabia, con ira; y fiereza
toda mi pasión.
Pero si que, es bueno con ella tú vieras,
entonces te imploro, por lo que más quieras,
¡calla, corazón!.
(Antonio.  Pedrosa)..



Si alguna vez te cruzas conmigo; 
y no sabes qué hacer ni qué decir,
no hagas ni digas nada,
ni extrovertido ni común.
Eso sí, mírame con disimulo; 
y suspira hondamente,
para aliviar la tensión.
Yo fielmente, haré lo mismo que tú; 
y si vas acompañada, ten cuidado;
y si yo voy acompañado, más aun.
Luego, róbale un instante al descuido, 
para fijar tus pupilas en las mías,
como cuando éramos amor puro; 
y  nos era indiferente el mundo.
Me conmovería el alma distinguir, 
esa chispa en el cielo de tus ojos; 
y que los míos, 
otra vez, se prendaran a tu luz.
Eso sí, desde ya, dejemos la cláusula
de que está prohibido, volver
 a hablarnos pausado
volver a masajear el corazón,
volver a reconocernos,
volver a enamorarnos,
volver a hacer uno de dos.
Más, por si en alguna curiosa ocasión,
la mera casualidad, o la causalidad,
hace que nos encontremos,
en cualquier lugar de cualquier hora,
ya sabemos qué hacer, 
no nos compliquemos.
La magna energía que produzcamos,
llena de recuerdos; y tupida de flores,
nos ha de impresionar solo a nosotros; 
y en dulce secreto, la existiremos;
y el silencio, será nuestro cómplice.