No se, si lo tienen ustedes muy claro; pero yo les aseguro que todos los que poblamos este planeta, venimos originariamente de EVA, la seductora, de Adán, el calzonazos, de Abel el simplón; y de Cain, el macarra envidioso; y asesino, con lo que hay que reconocer que a Dios no le salió una obra perfecta, cuando pensó en el personaje al que pomposamente llamó el Rey de la creación, salvo que lo imaginase como al padre de toda la escoria que, con honrosas excepciones, entre las que estamos ustedes que me leen, algunos más; y yo, puebla la Tierra .
Es cierto, que la historia de la Humanidad ha pasado por períodos menos presentables de los que vivimos en estos tiempos; pero, cuando todo el mundo decía que nuestra civilización había alcanzado por fin el cénit del desarrollo, educacional, científico, de conciencia social, de sentido solidario; y de respeto a las reglas de convivencia en libertad, han regresado a la escena política los peores hijos, de EVA; y los más mediocres de Adán, que vienen con nefastas referencias.
Hace unos días, escribí que últimamente siento una especial curiosidad por descubrir, en fotografías antiguas, los rostros de los personajes más perversos; que pueblan nuestra actualidad; y he llegado a la conclusión de que algunos, cuando eran niños, ya apuntaban maneras, porque tenían cara de lo que hoy en día son, pero otros disimulaban muy bien su gen destructivo.
Tengo para mí, que en algún momento se produjo una mutación genética; que alteró el elemento esencial que define a las buenas personas; y que a su vez afectó al cromosoma que protege la inteligencia de los ataques de la estupidez.
Aún no está muy claro, qué es lo que provocó que un suceso tan nefasto; y pudiese afectar a personas de distintas generaciones, porque se han detectado numerosos casos de gente que durante décadas, fueron tolerantes e inteligentes; y se volvieron agresivos; y obtusos.
No es un consuelo, saber que la mediocridad, la estupidez; y la maldad están proporcionalmente repartidas, en estos momentos por distintos países del mundo, ni que a día de hoy sean noticia totalitarios de derecha o de izquierda, nacionalistas o religiosos, xenófobos o sencillamente ignorantes. Aquí, aunque lo disimulen, tenemos de todo eso, pero en España la guinda la ponen los más mediocres hijos de Adàn.