Tengo por costumbre, escribir todos los días; durante varias horas, (soy jubilado ; y tengo mucho tiempo libre; pero hay amaneceres en los que renuncio a contar lo que pienso, de lo que nos sucede en este maltratado país, llamado España, porque me produce una agria sensación poner sobre en el papel; los sentimientos que me provocan algunos personajes.
Estamos metidos, en un círculo vicioso que; en teoría podría condenarnos a estar repitiendo las elecciones parlamentarias sin límite,una y otra vez, porque no existe ninguna previsión constitucional que dé salida al callejón, en el que entramos allá por el mes de diciembre del año pasado. Los constituyentes, al elaborar nuestra Carta Magna, pretendieron hacer el documento más completo; y moderno de los existentes en Europa en aquellos años; y copiaron lo mejor de las Constituciones de los paises de nuestro entorno, pero en ninguno de esos textos encontraron qué es lo que se podía hacer cuando los parlamentarios no se ponen de acuerdo, en elegir un gobierno, porque esa hipótesis no está contemplada. En los otros países pactan, pero aquí no porque somos españoles; y ahora nos enfrentamos a la hipótesis , nada absurda, de estar repitiendo elecciones hasta que se hagan viejos o fallezcan, (no se lo deseo a ninguno de ellos), Sánchez; y Rajoy.
Como la cosa es sería, el ejemplo que he puesto no pretende ser una ocurrencia jocosa, por eso voy a intentar explicar cuál es la dramática situación política; que vivimos que se resume en la bajísima calidad humana, profesional; y patriótica de nuestros políticos, aunque en justicia hay que reconocer que de unos más que de otros.
La historia nos demuestra, que los paises sufren más cuando sus políticos, son unos mediocres sin principios; que ansían conseguir el poder a toda costa , que cuando quienes lo dirigen son discípulos de un tal Nicolás.
Son menos peligrosos los malvados inteligentes; y algún Secretario General tuvo el P/S, que estaba adornado de esas dos cualidades, porque era una mezcla de Maquiavelo; y Rasputín, al que nunca le faltó el sentido de Estado, ni tampoco la dignidad personal; y política. Me estoy refiriendo a "Alfredo Pérez Rubalcaba", que dimitió tras obtener ciento veinticinco diputados.
Lo que algunos parecen no haber entendido, en el partido socialista es que su momento político; habría sido éste si hubiesen sabido ser alternativa a un Partido Popular, manchado por casos insufribles de corrupción; y que tenía sobre sus espaldas el coste de la política de austeridad que habían sufrido fundamentalmente las clases más débiles
Era el momento, del partido socialista para recoger los votos del descontento; que sumados a los de la ilusión por un nuevo proyecto que le habría llevado al gobierno en volandas, pero no supieron aprovecharlo porque durante los años de oposición cavaron su tumba a paladas de indefinición política , de abandono de sus principios de falta de liderazgo; y una parte de la sociedad que alterna su voto entre el centro izquierda; y el centro derecha,prefirió taparse la nariz; y elegir a los corruptos arrepentidos en vez de los inútiles indefinidos, que ofrecían menos garantías de salir de la crisis.
Los electores tenían ante sí cuatro opciones: la revolución de Podemos, la incógnita de una nueva derecha inexperta; y hecha de un aluvión de tránsfugas que les da lo mismo el partido en el que estén, con tal de estar, los corruptos arrepentidos; y al tiempo gestores de una recuperación económica; y los socialistas . Todos ofrecían algo, mejor o peor, pero claro; y definido, menos un P/S, con un liderazgo débil, una política diletante; y una división cancerígena que le impide recuperar la credibilidad perdida.
El drama de España, es la debilidad de un partido socialista que hoy no es alternativa de nada; y que ha dejado su espacio político a un magma de dirigentes de una nueva izquierda sin principios ( como Groucho Marx), que han confundido un país serio con una juerga permanente en la que no falten los lúmpenes mejores de cada familia.
El cóctel que tenemos ante nuestras narices es Molotov, pero uno de los que podría intentar desactivarlo para que no nos explote a los españoles en la entrepierna, es un mediocre ambicioso,que, ojalá, cuando deje de ser el secretario general del P/S, dé paso alguien que consiga llevar al Partido Socialista a lo que un día fué; y pueda gobernar España con garantía de que tiene claro lo que necesita este país.
(A.N.B.),"En cuarenta años a España no la conoce ni quien la fundo"