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Baldomero, señor, jamas señorito,
desde su amada Alpujarra, ayer paupérrima,hoy rehabilitada y cuna del Dalai Lama vino años a Cataluña, a vivir a trabajar,a casarse, a trabajar, a cobijarse, a trabajar, a ser padre, a trabajar,a trabajar,a trabajar.
De luna a luna era su jornada: a las cinco de la mañana abandonaba la cama, y regresaba al lar, cuando el crepúsculo enfriaba aceras y aquietaba las almas.
Horas extras fueron su carga aceptada para comprarse su pan, para cuidar la familia, una cerveza el domingo algún partido de fútbol, una charla campechana.
Pocos fueron sus lujos, muchas sus madrugadas.
Las mejoras de su modesta casa, fueron frutos de sábados incontables, faenando en casa propia, ayudando en la de amigos, que antes a él asistieron.
Ellos ya eran solidarios, antes de que un millón de veces, hubieran de repetir, el campanudo termino para acordarse de lo que era.
Cuarenta años de vida, dedicada a Catalunya, pago estudios a su hija,
A su yerno que hoy escribe estos versos, cuantas veces apoyo, con sabias palabras, con dinero, con su sonrisa afable y su comprensión notable.
Yo le vi pulir, transportar, conducir limpiar,madrugar, llegar exhausto.
Me pregunto qué sería de muchas empresas, sin la incondicional dedicación, de tantos Baldomeros.
Nada le fue regalado, que todo lo laboró, hasta el día que murió,¿pobre Baldomero pensáis?.
Pobres de los que no supieron ni saben apreciar, los valores de estos hombres: solidaridad, entrega, amistad,amor por los suyos, lealtad...
Charnegos, en plan ofensivo les llamaron los cegatos.
Ejemplo a seguir es lo que son.
Señores, jamás señoritos. Verso original de: Julián Miranda..
P.D. Me siento totalmente identificado con Baldomero, y creo que han habido muchos Baldomeros, y que cada vez van quedando menos...
