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miércoles, 20 de octubre de 2010
The Idiot
Que en este siglo XXI (de progres, y de "locos" ).el insulto gratuito e innecesario es la máxima expresión de la libertad esta claro.Se nos llena tanto la boca de libertad que hemos olvidado no sólo a qué sabe o cómo se ha de cocinar sino también, lo (que es más grave), lo que significa y de qué ingred...ientes la componen.Y, en especial, que el insulto no es uno de ellos.
Quizá por eso existe últimamente tanto tonto útil -que hay a quienes bien sirven sus tonterías- que en nombre de una supuesta y elevada libertad dedican su tiempo y sus esfuerzos a insultar al prójimo sin ton ni son, sin verguenza, ni dignidad, con argumentos tan endebles como falaces, y que siempre remiten al mismo origen,esos otros a los que insulta el tonto útil, a menudo aún sin conocerles lo suficiente como para juzgarles con criterio, no piensan como él. Y esa razón le basta y le sobra para dirigir contra ellos sus insultos.Bendita libertad la suya.
Aunque este tonto útil no lo es tanto, necesariamente, por sí mismo, como algo innato en él, sino que puede serlo por contagio, en cuanto que se deja llevar por otro tipo de insultadores, más listos ellos, que sí saben a quien insultan y por qué lo hacen. Como saben también, aunque de eso el tonto ni se entere, que no es precisamente la búsqueda o la defensa de la libertad lo que les mueve al insulto.
Son listos que insultan obedeciendo a unos fines particulares y concretos, bien definidos, y con la esperanza -ya con la certeza, tal y como están las cosas- de que toda una legión de tontos útiles se hará eco de sus insultos y calumnias hasta que la extensión de la mentira sea tal que haga pasar a ésta por verdad. Para eso sirven los tontos útiles a esos listos que para la sociedad no son sólo inútiles -pues nada constructivo aportan- sino también nocivos -que todo lo que pueden aportar son daños y perjuicios-. Pero aún así, y en nombre de la verdadera libertad -(y no de ésa que ellos dicen representar en exclusiva, pura pantomima), soportamos estoicamente sus desvaríos, tan inútiles como ellos mismos.
Y es que, en resumen, a los listos inútiles sólo les hacen caso sus tontos útiles. Y a éstos nadie más, excepto otros tontos como ellos. Y entre listos y tontos, por muchos que sean, sólo resulta una inmensa inutilidad.Un enorme desperdicio de tiempo y esfuerzo al que quieren hacer pasar por esencia de la libertad. Si serán tontos.
Y sí, tonto puede ser un insulto. Pero comparado con las barbaridades que ellos nos regalan más parece hasta un piropo.Add a captionThe useful idiot:Que en este siglo XXI (de progres, y de "locos" ).el insulto gratuito e innecesario es la máxima expresión de la libertad esta claro.Se nos llena tanto la boca de libertad que hemos olvidado no sólo a qué sabe o cómo se ha de cocinar sino también, lo (que es más grave), lo que significa y de qué ingredientes la componen.Y, en especial, que el insulto no es uno de ellos.
Quizá por eso existe últimamente tanto tonto útil -que hay a quienes bien sirven sus tonterías- que en nombre de una supuesta y elevada libertad dedican su tiempo y sus esfuerzos a insultar al prójimo sin ton ni son, sin verguenza, ni dignidad, con argumentos tan endebles como falaces, y que siempre remiten al mismo origen,esos otros a los que insulta el tonto útil, a menudo aún sin conocerles lo suficiente como para juzgarles con criterio, no piensan como él. Y esa razón le basta y le sobra para dirigir contra ellos sus insultos.Bendita libertad la suya.
Aunque este tonto útil no lo es tanto, necesariamente, por sí mismo, como algo innato en él, sino que puede serlo por contagio, en cuanto que se deja llevar por otro tipo de insultadores, más listos ellos, que sí saben a quien insultan y por qué lo hacen. Como saben también, aunque de eso el tonto ni se entere, que no es precisamente la búsqueda o la defensa de la libertad lo que les mueve al insulto.
Son listos que insultan obedeciendo a unos fines particulares y concretos, bien definidos, y con la esperanza -ya con la certeza, tal y como están las cosas- de que toda una legión de tontos útiles se hará eco de sus insultos y calumnias hasta que la extensión de la mentira sea tal que haga pasar a ésta por verdad. Para eso sirven los tontos útiles a esos listos que para la sociedad no son sólo inútiles -pues nada constructivo aportan- sino también nocivos -que todo lo que pueden aportar son daños y perjuicios-. Pero aún así, y en nombre de la verdadera libertad -(y no de ésa que ellos dicen representar en exclusiva, pura pantomima), soportamos estoicamente sus desvaríos, tan inútiles como ellos mismos.
Y es que, en resumen, a los listos inútiles sólo les hacen caso sus tontos útiles. Y a éstos nadie más, excepto otros tontos como ellos. Y entre listos y tontos, por muchos que sean, sólo resulta una inmensa inutilidad.Un enorme desperdicio de tiempo y esfuerzo al que quieren hacer pasar por esencia de la libertad. Si serán tontos.
Y sí, tonto puede ser un insulto. Pero comparado con las barbaridades que ellos nos regalan más parece hasta un piropo.
P.D. Hay tontos que nacen tontos, y hay tontos que tontos son........
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