Los dientes, son como un roto en un pantalón; o una carrera en una media que, por más que intentemos disimularlo nos delata. En todo el mundo animal, enseñar los dientes es una forma de prevenir a quien se nos acerca; de que les podemos morder.
Fíjense si es importante tener una buena dentadura, que si hay una profesión que tiene garantizado sus ingresos; y no sufre la crisis es la de los odontólogos, además de los funerarios, que jamás pierden clientes.
En este momento, hay en España dos personajes públicos, que han definido perfectamente para qué sirven nuestros incisivos; y molares. Una es Isabel Pantoja que, un día paseando por las calles de Marbella con Julián Muñoz, al ver cómo les grababan; y fotografiaban los periodistas, le dijo a su hombre: " Dientes, dientes, que es lo que más les jode", aunque al final los que han dejado de reírse ha sido ellos dos; que han acabado con sus huesos en la cárcel.
Pablo Iglesias, el jefe de Podemos; es el otro personaje notorio que también nos dice con sus dientes lo que piensa de todos nosotros. No lo puede disimular porque le sale del alma; y cada vez que pronuncia un mitin, entre sus labios aparecen, cual roto en un pantalón, unos incisivos que amenazan con fastidiarnos.
La ventaja que nos asiste a los ciudadanos, frente a nuestros políticos; es que podemos saber cuándo mienten, simplemente observando cómo mueven sus ojos, sus labios; y sus manos; y aunque pudiera parecer que ese conocimiento está reservado a los expertos en comunicación no verbal, si somos mínimamente observadores no fallaremos en nuestro diagnóstico.
