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¿Ves esto? –dijo uno de los futuros ediles- El que gane será ensalzado ante todo el público y el perdedor será envuelto en,vergüenza.Lo tengo bien claro, al fin llego mi gran día- respondió el otro.
El tiempo era de tan solo 60 minutos. Arguiñano dio la orden y la apuesta comenzó. Al principio todos los habitantes del pueblo estaban eufóricos por la competencia, pero estos futuros ediles, eran tan lentos que poco a poco todos se fueron aburriendo. Ahora los gritos eran de burla hacia los futuros ediles,. Todos los habitantes los trataban de perdedores por su lentitud. Los futuros ediles avergonzados y humillados . quisieron correr para terminar antes,, pero cayeron exhaustos a los pocos minutos.
Politicos arrogantes –dijo un cocinero que miraba el espectáculo- ¿para que cocinan si no están hechos para eso? Es lo mismo que si yo quisiese hacer politica. Empiezo a creer que aparte de ser lentos al cocinar también lo son a la hora de razonar. ¿Por qué mejor no compiten a ver quién dura más dentro de su cargo?
Al oír esto, todos largaron una carcajada y más burlas.
¡No lo somos! –grito un politico que estaba presente en la multitud- no todos somos como así como estos dos. No entienden que todos somos iguales sin importar las ideas.
Y así, en vez de lograr la gloria, ambos consiguieron la deshonra y la vergüenza para sí mismos.
Si estás hecho para volar, no intentes nadar; y si hecho para caminar, no corras. Muestra tu mejor aptitud siendo lo que eres...