De toda critica se aprende algo: No se puede ser critico, para destruir, se ha de ser critico para construir. Si yo he montado este grupo: ("hablando de Burguillos"), no es para hacer la critica por la critica, lo he montado, para que entre todo@s solucionemos los problemas , que puedan tener los ciudadanos, ayundando , con la critica constructiva, en la mayor manera posible; con respeto ; y educación; y aceptando la critica del adversario... Hacer una crítica constructiva para ayudar a los demás es una actitud madura, responsable; y llena de respeto por nuestros semejantes.
Porque: el valor de la crítica constructiva se fundamenta en el propósito de lograr un cambio favorable que beneficie a todas; y cada una de las personas involucradas, en circunstancias o ambientes determinados, con actitud de respeto; y sentido de colaboración.
Cualquier crítica debe formularse responsablemente a través de la reflexión, considerando las implicaciones que podría tener; el respeto que debemos a las personas se manifiesta protegiendo su buen nombre y reputación, además de procurar su mejora individual. De esta manera actuamos en justicia y todo nuestro actuar se convierte en actitud de servicio e interés por el prójimo....
A través de la crítica constructiva se desarrollan otros valores: lealtad, honestidad, sencillez, respeto, amistad, ect,ect,ect. Con esta referencia sería absurdo cerrar nuestro entendimiento; y pasar por alto la importancia de vivir este valor, pues nadie puede jactarse de tener un buen juicio crítico, si no ha logrado establecer un equilibrio entre la manera como acepta las críticas; y la forma e intención con que las expresa...
Cada vez que una persona, desea expresar su opinión o inconformidad; con rectitud de intención, tiene que aclarar que es "una crítica constructiva", para evitar malos entendidos; y lograr una mejor disposición de su interlocutor. A veces somos tan susceptibles, que sin la aclaración pertinente nos sentimos agredidos. Si fuésemos más sencillos; y maduros, encontraríamos en cada crítica (positiva o negativa) una oportunidad para cambiar; y mejorar nuestra forma de vida. En realidad, aún de las críticas más acres deberíamos tener la serenidad, paciencia; y madurez para obtener lo mejor de ella, aún si hiere nuestro amor propio. Ahora bien, es muy común que nuestra tendencia a criticar se propague sin ton ni son; y convertimos a la crítica en una forma de oposición; y rechazo a todo aquello que no nos gusta; observamos; y manifestamos inconformidad casi de todo: el modo de vestir, las opiniones, la forma de gobierno, las normas de vialidad, la conducta del vecino; y muy pocas veces, hacemos un juicio objetivo; y valiente sobre nuestro comportamiento; y modo de pensar.
Cualquier comentario fuera de lugar o falto de delicadeza, no solo ofende; y destruye si no que además daña la buena comunicación, la imagen; y opinión que se tiene de las personas; y por si fuera poco, habla muy mal de nosotros. Para que nuestra crítica tenga valor, se requiere una actitud honesta, leal; y sencilla: si algo nos disgusta o incomoda, no hay porque escondernos en el anonimato, generar murmuraciones o crear conflictos, si deseamos que las cosas; y las personas mejoren, lo correcto será acercarnos a los interesados; y expresar abiertamente nuestro punto de vista, dispuestos a escuchar; y a obtener un resultado provechoso para todos. Para concretar propósitos que nos lleven a ejercitar el valor de la crítica realmente constructiva, debemos evaluar con sencillez; y valentía nuestro modo de ser, esto significa ser autocríticos:
Antes de criticar a las personas en cualquier aspecto, examínate con el mismo rigor; y criterio, no sea que tengas los mismos defectos. Recuerda que para ayudar a los demás, tú debes ser el primero en mejorar. Haz el propósito de descubrir lo bueno que tienen las personas, las instituciones; y las circunstancias. Si no tienes algo positivo que decir, lo mejor es callar.
P.C.A. De toda critica se aprende algo...
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