https://youtu.be/maM5QI3REw8

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los pedantes.

Hace un tiempo, estaba pasando un rato en Facebook; y me crucé con un contenido de un tipo, (el típico "amigo de un amigo"), que decía algo con lo que no estaba de acuerdo o que, cuanto menos, me parecía matizable. Y me dio por ponerle un comentario.



"Error de novato", diréis. Bueno, no sé. Es verdad que entrar en una conversación con un desconocido, no sabes dónde te va a llevar, pero esa incertidumbre opera también en positivo: quién sabe, igual de ahí sale un intercambio interesante, un aprendizaje, una nueva relación. En fin, que de ese primer paso no me arrepiento. El caso es que el tipo respondió con aspavientos, exageraciones; y un par de falacias de libro. Me sorprendió la virulencia de la respuesta. Aun así (y aquí sí, error total), volví a contestar, intentando señalar sus falacias; y volver a llevar la conversación al terreno del "intercambio de ideas". Por supuesto, en vano. El tipo volvió a sacar sus recursos de tahúr dialéctico. Ahí ya le señalé su evidente falta de voluntad; y di por perdida la conversación, a la que además se habían unido un par de palmeros, de esos que solo buscan aprobación del líder de la manada. Aun así añadí un par de argumentos pero ya sin esperanza ninguna, simplemente por acabar de pasar el rato.

Aquel intercambio me dejó bastante pensativo. Al final te das cuenta de que en el mundo hay dos tipos de personas a la hora de discutir.


Hay unos que discuten de buena fe. Son los que plantean argumentos, los que escuchan al otro, los que están dispuestos a asumir que puede que estén equivocados; y que el otro tenga razón, los que buscan entender razones ajenas, los que intentan explicarte las suyas con paciencia; y buena voluntad. Son los que mantienen la conversación dentro de los límites del respeto; y que tras terminar, se llegue a una conclusión conjunta o no, son capaces de apreciar el valor de esa conversación. Una discusión de este tipo es enriquecedora, es satisfactoria por sí misma. Te da la oportunidad de aprender, de poner a prueba tus convicciones; y tus argumentos, de entender otros puntos de vista, de cambiar de opinión o de reafirmarte en la que ya tenías.


Y luego hay otros que no buscan nada de eso. Solo "ganar", a cualquier precio. Solo escuchan al otro para ver por dónde pueden manipular lo que dicen, prestos a señalar los errores ajenos pero incapaces de reconocer, (y no digamos rectificar), los propios. Los que en cuanto pueden usan trucos sucios, falacias argumentales. Los que entienden cualquier concesión como una debilidad. Los que se victimizan, los que hacen aspavientos, los que buscan a otros para meter bulla. Y con esta gente no merece la pena discutir. Nada, cero. No tienes nada que ganar, no vas a convencerlos de nada, no vas a aprender nada. Como se suele decir, "no pelees con un cerdo; acabaréis los dos llenos de barro solo que el cerdo lo disfruta". Lo mejor que puedes hacer cuando detectas este tipo de personajes es hacer mutis por el foro, "pa ti la perra gorda"; y santas pascuas. No llevarte ni medio sofoco.


Quiero creer, que yo estoy en el primer grupo, al menos la mayor parte del tiempo (igual desde fuera se ve distinto). Ocurre que, a pesar de toda esta reflexión, me sigo viendo de vez en cuando en situación de discutir con el segundo tipo. Imagino que me puede la vehemencia, la seguridad de "tener razón" o la petulancia de demostrar que "te equivocas". O quizás sea la ilusión de creer que a lo mejor es de los primeros, de los que me va a dar una conversación satisfactoria. A lo mejor tardo demasiado en detectar las señales; y acabo dándome cuenta de que he perdido el tiempo; y la energía en una discusión inane; y me siento bastante estúpido.


Hace tiempo, me planteé que no tenía sentido; "intentar convencer a nadie" de mis puntos de vista, ni hacerles ver que están equivocados. Que no gano nada, que para qué perder el tiempo, que allá cada uno. Que debería guardar mis opiniones para mí; y dedicarme a lo mío. Me temo que no siempre lo consigo, como atestiguan 10 años de blog; y más de 1000 entradas. Aun así, procuro evitar "temas polémicos", (de nuevo, no siempre lo consigo), o evitar discusiones del segundo tipo. Espero hacerlo cada vez mejor; viviremos todos más tranquilos.


Some time ago, I was spending some time on Facebook; And I came across a content of a type, (the typical "friend of a friend"), who said something with which he did not agree or, at least, seemed to me nuable. And he gave me a comment.
"Rookie error," you will say. Well, I do not know. It is true that entering into a conversation with a stranger, you do not know where it will lead you, but that uncertainty also operates in a positive way: who knows, just as there is an interesting exchange, an apprenticeship, a new relationship. Anyway, that first step I do not regret. The fact is that the guy responded with fits, exaggerations; And a couple of book fallacies. I was surprised by the virulence of the answer. Even so (and here, total error), I answered again, trying to point out their fallacies; And bring the conversation back to the field of "brainstorming." Of course, to no avail. The guy returned to draw his resources from dialectical tahur. There I pointed out his evident lack of will; And said for lost the conversation, to which also had joined a pair of palm trees, of those that only seek approval of the leader of the herd. Even so I added a couple of arguments but no hope at all, just to finish hanging out.
That exchange made me very thoughtful. In the end you realize that in the world there are two types of people when it comes to discussing.

There are some who argue in good faith. It is those who raise arguments, those who listen to the other, those who are willing to assume that they may be wrong; And that the other is right, those who seek to understand others' reasons, those who try to explain theirs with patience; And goodwill. They are the ones who keep the conversation within the limits of respect; And that, after concluding, a conclusion is reached or not, they are able to appreciate the value of that conversation. A discussion of this kind is enriching, it is self-fulfilling. It gives you the opportunity to learn, to test your convictions; And your arguments, to understand other points of view, to change your mind or to reaffirm what you already had.


And then there are others who are not looking for any of that. Just "win", at any price. They only listen to the other to see where they can manipulate what they say, ready to point out the mistakes of others but unable to recognize, and let's not rectify, their own. Those who can use dirty tricks, argument fallacies. Those who understand any concession as a weakness. Those who victimize themselves, those who make fuss, those who seek others to get into trouble. And with these people it's not worth discussing. Nothing, zero. You have nothing to gain, you will not convince them of anything, you will not learn anything.
 As they say, "do not fight with a pig, you'll end up both full of mud only the pig enjoys it." The best thing you can do when you detect these types of characters is to do many things on the forum, "pa ti la perra gorda"; And holy Easter. Do not get half-hot.

I want to believe, that I am in the first group, at least most of the time (the same from outside looks different). It happens that, in spite of all this reflection, I still see from time to time in a position to argue with the second type. I imagine that I can the vehemence, the security of "being right" or petulance to prove that "you are wrong." Or maybe it's the illusion of believing that maybe it's the first, of which I will give a satisfactory conversation. Maybe it takes too long to detect the signals; And I realize that I have wasted my time; And energy in an inane discussion; And I feel pretty stupid.


Some time ago, I thought it was pointless; "Trying to convince anyone" of my points of view, or making them see that they are wrong. That I do not earn anything, that for what to waste time, that there each one. That I should keep my opinions to myself; And dedicate myself to my own. I'm afraid I do not always get it, as witnessed 10 years of blog; And more than 1000 entries. Even so, I try to avoid "controversial issues" (again, I do not always get it), or avoid discussions of the second type. I hope to do it better every time; We will live more tranquilly.

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Pedrosa