"Requiem por un amigo muerto".
Este cuerpo mortal que tantos días duro.
Ocupa ahora ¡oh, amigo mío: un espacio en tu dormitorio,
y sin pensar, en el día del juicio final.
Mi pulso se calienta con tu misma cerveza,
mi cabeza se eleva, honrando alma tan grande,
mis ojos sin rumbo se mueven, pero nada puedo ver.
La fantasia a muerto, ebria en su destino...
Pero yo dejare sobre tu suelo, la huella de mi pie;
y abriré aquellos postigos, que tu cubrías, para hallar el prado,
que tantas veces recorriste; y pensare en ti,
hasta que mi mente se nuble;
y un buen trago de vino apurare, en tu nombre.
Sonríe pues entre las sombras, porque así es la vida.
Antonio Pedrosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pedrosa