Mi reflexión sobre "El quijote"
Creo que si D. Alonso Quijano, levantara la cabeza, comprobaría, que aquellos locos románticos;
y deshacedores de entuertos, desaparecieron con él.
Alonso Quijano..
Yo creo sinceramente, que don quijote, era un "poeta loco" adelantado en su tiempo.
Dice la historia, que aquel hidalgo castellano, de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco;
y galgo corredor: le ocurrió lo nunca visto.
"Se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro;
y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir; y del mucho leer, se le secó el cerebro,
de manera que vino a perder el juicio".
Así es como lo describe Miguel de Cervantes,de la manera en que Alonso Quijano se volvió loco.
Ese párrafo, ha dejado en el imaginario popular, la idea de que al castellano lo enloqueció
la cantidad de libros de caballería que devoraba.
Aunque yo creo que no fue tanto por la cantidad de libros que leía; Don Quijote de la Mancha;
fue, más bien su interés por encontrar sentido a aquello que leía.
yo al leerlo recuerdo; que el hidalgo era aficionado a la prosa compleja; y con requiebros.
Con estas; y semejantes razones perdía el pobre caballero el juicio; y desvelábase por entenderlas;
y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mismo Aristóteles,
si resucitara para solo ello. Yo creo que;
no alucina cuando ve gigantes donde hay molinos, porque alucinar es ver lo que no existe; y él lo confunde.
Más bien, Alonso Quijano delira.
Sufre delirio de grandeza cuando nombra a Sancho gobernador,
de la Ínsula Barataria. Padece un delirio de eros, cuando cree que Dulcinea del Toboso,
se muere por su esquelética figura.
Pero quizás: si un hospital de psiquiatría: Alonso Quijano entrase mañana
en la consulta, del "Hospital de psicriatia de Sevilla",
le diagnosticarían una actitud psicótica reactiva.
Ningún, psiquiatra de nigun servicio del Hospital Psiquiátrico,
ingresaría al caballero andante en un manicomio.
Creo que lo mandaría a un hospital general, a la unidad de psiquiatría de agudos, donde estaría una estancia corta
en el hospital; y para casa.
D. Alonso Quijano, padecía una actitud psicótica; y eso significa, que un paciente pierde la noción de la realidad.
Y eso es la psicosis.Y ni con el valioso bálsamo de Fierabrás, ni ningún ungüento del siglo XVI,lo habrían sanado.
Yo creo que una terapia, combinada para sanar al desfacedor de entuertos,por un lado, medicación con ansiolitios,
a dosis bajas, que son pastillas tranquilizantes para contener el cuadro psicótico.
Por otro lado, psicoterapia, o sea, hablar; y hablar con el paciente,
para que haga lo que se llama terapia "insit", es decir, que descubra;
y comprenda qué es lo que le provoca su comportamiento.
Así; y que al ser consciente, se puede curar.
En la experiencia clínica, han encontrado pacientes a los que les ocurre.
En su lecho de muerte, Cervantes dibuja al caballero postrado en su lecho de muerte.
Allí, confiesa: "Dadme albricias, buenos señores, de que ya yo no soy don Quijote de la Mancha,
sino Alonso Quijano" (...). Ya me son odiosas todas las historias profanas de la andante caballería,
ya conozco mi necedad; y el peligro en que me pusieron haberlas leído, ya, por misericordia de Dios,
escarmentando en cabeza propia, las abomino". Y muere sano.
Por eso, hay quien postula: que Cervantes no quería detallar un cuadro clínico de una enfermedad; y que
más bien hace un compendio de la psicopatología de la época.
En otras palabras, tiene muchos pequeños síntomas.
Si hubiese sido un enfermo severo, seguiría comportándose igual,según establecería un psiquiatra.
Por todo,esto yo pienso; y creo que fue un maravilloso personaje, con connotaciones de locura,
pero una locura que en el fondo tenia razón.(Antonio Pedrosa..)..