Tres cosas hay en política..
Tres cosas suceden en Pineda de Mar (Barcelona), que son comunes en toda España, y se dan por las tres causas siguientes:
Tres cosas dominan al votante:
La lealtad, la idiotez; y el miedo.
La lealtad: España como en Pineda es un país;y (un pueblo); de bandos, tribus, pandillas, partidos y amiguetes. No importa lo mal que lo hagan los míos, los otros son peores. Defender lo indefendible sin importar la mentira. Y si se defiende a base de gritos o con "manifestaciones";("camufladas de justicia social") o en la puerta de un juzgado, a la salida de la cárcel; o en un estadio de fútbol mejor que mejor. El fantasma de las dos Españas sigue presente, pero en una forma; que da nauseas al marinero más pintado y feroz. Esta definición sirve tanto para los antiespañolistas;y camorristas, como para los aficionados al deporte rey, que pueden hacerse fuertes tras el dedo de Mou, o los salivazos de Stoichkov,(¿"lo recuerdan")?; pero eso no importa, los otros comenzaron primero.
La idiotez: El votante es idiota hasta el tuétano. Es cierto, mucha gente piensa que los votantes del bando contrario son lerdos, porque, evidentemente, les engañan, les mienten, les utilizan y son culpables de los males que sufrimos el resto. Si tenemos en cuenta que, votantes de P.P y P.S.O.E, en su conjunto, no llegan a los quince millones de españoles, no deja de ser cierto que una minoría gobierna el destino del resto, y bastante mal por cierto. Nadie se ha parado a pensar que, ¿quizá esos votantes están convencidos de que las medidas que toma su gobierno son las necesarias? y obligadas para sacar a España del pozo (ya no es un bache) en que la han metido esos mismos personajes encorbatados en los que delegamos nuestra soberanía.
El miedo: Esta es, sin dudas, la justificación más utópica y estupida de todas. Y es que los votantes conocen la realidad de lo justo y correcto, lo bien hecho y lo mal hecho. Pero hay miedo, mucho miedo. Asomarse al precipicio de lo desconocido nunca fue plato para el vulgo. Los sistemas sociales se rompen en última instancia cuando ya no pueden soportar más las tensiones provocadas por su propia existencia. La desigualdad.Pero; ¿quién quiere dar el primer paso? Antes de saltar al agua, las ratas se aferran al mascarón de proa que zozobra, esa es la realidad. Así que miedo, mucho miedo a dar la espalda, a los que nos nos prometieron; y nos explicaron cómo era el mundo en que vivimos; y cómo debíamos comportarnos según sus reglas.P.C.A. Porque detesto a los malos politicos, me intereso por la politica......
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Pedrosa