Un hombre camaleonico.
¿Vivo en un pueblo de politicos idiotas?.O ¿somos tratados como idiotas?
("El pueblo de los idiotas"):
Que la gente es idiota, ganaría por goleada en una elección de opiniones, a juzgar por lo que uno oye; en cualquier lugar del mundo real; y en todas las virtuales.(facebook incluido): Aun no pudiendo ofrecerles cifras exactas, que lo mío nunca fueron los números, ni siquiera me atrevo a dejarla meramente en "dato anecdótico", tan amplia; y prolongada es la muestra; y más me inclino por considerarla unánime que mayoritaria.
Tampoco quita peso, a este curioso consenso, el hecho de que cada vez que uno repite el pesimista aserto, se excluya implícitamente,("tod@s menos yo"), que es bien sabido que el idiota es, aún más que el cornudo, el último en conocer su condición. De ahí que todos; seamos idiotas por la opinión ajena, así salvamos la honra con la propia. Hasta ahí, nada que decir; si no la lamentación fatalista, de saberse rodeado de idiotas, sin el consuelo de esa fraterna solidaridad de reconocerse uno de ellos.
La gente, pues, es idiota. O somos idiotas, por señalar. Por abrumadora mayoría.
Y se da el caso, de que muchos de los que más insisten en este generalizado déficit neuronal; son sorprendentemente a menudo los mismos que hilvanan complejos sistemas, para asegurar que la idiotez general quede fielmente reflejada, en el gobierno de la comunidad.
Que si listas abiertas, que si distritos unipersonales; que si democracia asamblearia; y plebiscitos incesantes: se dan de codazos en las redes sociales, los "politólogos ",aficionados; y los profesionales, para ofrecer la solución más pura, el destilado más perfecto de idiotez hecha ley y régimen.
La revelación de los meses recientes ha sido, precisamente, el sensible apoyo que ha recibido en las urnas, el más radical de estos grupos, Podemos (que no Sabemos ni Pensamos), una formación cuya fantasía contable, corre pareja a su confianza parlanchina; en la fuerza de los deseos, como si Disney fuera la última palabra en teoría.. política.
No hay que decir que estos alegres peterpanes, son de izquierda radical, que ese ha sido desde que existe refugio del pensamiento sideral.
Lo curioso es; que es precisamente entre rojos donde más creo haber leído, la repetida sentencia que encabeza esta columna. El izquierdista al uso alterna con la consumada soltura, que presta la práctica continuada la convicción ferviente; de que el pueblo debe gobernar con la certeza, de que la gente es rotunda, desesperante e inexorablemente idiota.
Pero el desprecio de la izquierda por la gente, especialmente por las llamadas clases populares, no se detiene en el deplorable juicio que hace de su inteligencia. No, apenas conoce límites: además de su escasa inteligencia, denuesta sus gustos en música, literatura, cine, arte, critica sus hábitos; y deplora sus opiniones en general.
El pueblo llano es, para la izquierda, especialmente idiota, en esa democracia continua que es la vida social, en lo que compra, en los programas que prefiere, en los lugares a donde va. Los revolucionarios de asamblea solo pueden sufrir a esta manada de idiotas, constituyéndose en su vanguardia, para decirles detalladamente lo que deben pensar, decir, obrar y sentir.
De hecho, si uno fuera del género conspiranoico, podría documentar la teoría de que la nueva izquierda, tan vaga en sus arremetidas contra el difuso "capital", es el más perfecto invento de la élite (de la "casta", para entendernos), con el maquiavélico propósito, de encontrar coartada ideológica a todos sus vicios; y demandas.
Pero eso es ya para otro articulo, porque este ya me está quedando suficientemente largo. E idiota, sin duda.
P.C.A.La gente idiota sólo transmuta en pueblo sabio cuándo les elige a ellos.A los idiotas...
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Pedrosa