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jueves, 3 de marzo de 2011

Vivir pobre y morir rico..

La sabiduría popular advirtió al ser humano hace años de que “a palabras necias, oídos sordos”. Pero yo apuntaría más: diría que la célebre cita puede leerse aplicando muy por encima la fórmula del palíndromo (facultad para leer una misma palabra de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, sin variar su significado). De esta form...a, acertaríamos a pensar que, realmente, en muchas ocasiones, “a oídos sordos, palabras necias”.Neciamente. Así actuamos las personas sordas (sordo es quien no quiere oir), ante las situaciones cotidianas: con esquemas preestablecidos. Pero cuando se cambia el guión, la película debe continuar igual, entonces, esbozamos una sonrisa y “Claro, claro”, decimos mientras ladeamos la cabeza de arriba abajo.


Como si fuera materialmente imposible e improbable conseguir una respuesta repetitiva de la frase anterior y de carácter aceptablemente paciente. Nadie ayudará si no ven un problema. De esta fórmula “a guión cerrado”, hay muchas, muchas variantes, con y sin participación oyente. En la modalidad “con personajes”, incluiríamos el famoso “Confío en ti”, episodio repetido hasta la saciedad a la hora de caminar desorientadamente por una ciudad y decidirse a preguntar por la ubicación del lugar del destino.Si se va acompañado, lo más común es que el sordo formule la pregunta, asienta con la cabeza, mire hacia donde señalan las manos (y, con esto, pierda unos segundos imperdonables de lectura labial) y, finalmente, lance las palabras mágicas a su compañero de aventuras: “¿Te has enterado? Pues, vamos”. Pobre de la persona sorda si el fiel Sancho Panza que lo escolta desatendió un ápice.

P.D. Necio es vivir toda la vida pobre para morir rico..

1 comentario:

  1. Antonio, la frase es digna de estar en los refraneros, etc.
    "A oidos sordos, palabras necias"
    ¡Qué bueno!, te la copio fijo

    Saludos

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Pedrosa