Lamentablemente los políticos sólo se acuerdan de la familia y de la educación para satisfacer sus intereses. Si no fuera por instituciones de la sociedad civil y del sector privado, nuestra sociedad no tuviera siquiera la esperanza de ser mejorada. Sin embargo, todavía se puede recuperar el camino desandado. Para ello necesitamos que cada ciudadano desde la función que ejerce en la sociedad, tome conciencia de los efectos que deja sus actitudes en la construcción de un país más justo donde se respete la dignidad del ser humano. ¿Hasta cuando entenderán que el ser humano no fue hecho para ser prisionero del trabajo, de la moda, de la comodidad, de la superficialidad? Sino más bien todas estas cosas fueron hechas para que el hombre las usara de forma ordenada de acuerdo a su fin. ¿Cuál es el fin del hombre en este mundo? ¿Acumular bienes y riquezas o trascender en el servicio a los demás? ¿Tenemos que esperar más años para que la familia y la educación reciban el lugar que deben tener en el desarrollo moral de nuestra sociedad? Por querer alcanzar el éxito no perdamos la excelencia en nuestro ser, es momento de cambiar esta crisis de valores por una actitud positiva frente al sentido de nuestras vidas.
P.D..Yo no quiero ser jamás como el que amontona el oro y no goza del tesoro por acrecentarlo más.
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Pedrosa