https://youtu.be/maM5QI3REw8

domingo, 29 de abril de 2012

El mendigo de la calle Luna...

"Mi pobre pueblo no arriesga; y acepta vivir sumiso".
Prefiere inclinar la vista;
y no desafiar al destino, por eso
su dignidad cuelga entre pan; y circo.
Pobre pueblo, mendigo infinito
Pobre pueblo, te tientan, te compran
Pobre pueblo, ¿qué comen tus hijos?
Pobre pueblo, te ofrecen las sobras"...
Hoy al salir del "consum" (supermercado), he visto a una persona mendingando (pidiendo limosnas); y he pensado en como se pondría evitar que en el puerto de Santa María. (Cádiz), se pudiera erradicar, algo que cada dia va a más.
Los datos referidos ya empiezan a ser alarmantes, pues ya los he visto en varios sitios entre ellos la calle Luna;y el Carrefour.
 El problema de la mendicidad, en realidad, pivota en un puñado; y relativamente pequeño de casos, difíciles.
 Es decir, que el problema de la indigencia está extraordinariamente concentrado. 
Y cuando un problema está concentrado, es más fácil de resolver.


El mayor obstáculo, sin embargo, es que este número tan pequeño de casos está constituido, por personas con problemas muy difíciles de resolver. Alcohólicos con enfermedades hepáticas, infecciones complejas, enfermedades mentales, etc. Resolver todo eso requiere mucho dinero.
 Sin embargo, ya se está gastando mucho dinero ineficazmente.
En casos extremos, pues, parece más eficaz prestar una ayuda más completa; y costosa, pero en menor plazo de tiempo: quizá asignando un apartamento (que tuviera el Ayuntamiento para casos extremos), o un lugar donde fueran atendidos), o una enfermera, a jornada completa,(de esta forma no estarían en la calle con la imagen que ello supone para el puerto) Aunque yo creo que estos mendigos,no necesitan estos recursos; y atenciones, ya que caritas les atiende; y les da para comer. 
Esto seria lo ideal, porque limitarse, a gestionar comedores; y albergues, yo creo que, sólo sirve para que los desahuciados crónicos, sigan sin hogar. Uno construye un albergue, o un comedor social, si se piensa, que el desahucio es un problema, con una media amplia, inmanejable. 
Pero si es un problema marginal, entonces puede erradicarse.
Erradicar el problema, de inmenso gasto económico de los indigentes, quizá pasa por dirigirse a los casos más difíciles, darles una llave; y decirles; que ya tienen un hogar, si lo quieren, aunque a priori nos parezca un gasto desproporcionado, el regalarles un sitio donde tenga proteción: a la larga puede resultar más costoso no hacerlo.
Antonio Pedrosa







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